Me he encontrado con este texto de Louise Hay y creo que hay que compartirlo.... ¡Cómo nos cuesta dejar ir a alguien....! Comprender que si se va y no vuelve es porque debía ser así. Pero ya saben, el corazón tiene razones que la razón no entiende.
"Dejar ir no significa dejar de cuidar, significa que no puedo hacerlo por otra persona.
Dejar ir no es aislarme, es darme cuenta de que no puedo
controlar a los demás.
Dejar ir no es permitir, sino reconocer el aprendizaje de
las consecuencias naturales.
Dejar ir es admitir la impotencia, que significa que el
resultado no está en mis manos.
Dejar ir no es tratar de cambiar o culpar a otr@, es sacar
lo máximo de mí mismo.
Dejar ir no es cuidar, sino atender.
Dejar ir no es reparar, sino ser apoyo.
Dejar ir no es juzgar, sino permitirle a otr@ que sea un ser
humano.
Dejar ir no es estar en el medio arreglando todos los
resultados, sino permitir a otr@s que influyan en sus propios destinos.
Dejar ir no es ser protectora, es permitir que otr@ enfrente
su realidad.
Dejar ir no es negar, sino aceptar.
Dejar ir no es regañar, reprender o discutir, sino buscar
mis propios defectos y corregirlos.
Dejar ir no es ajustar todo a mis deseos, sino tomar cada
día como viene y apreciarme a mi misma en él.
Dejar ir no es lamentar el pasado, sino crecer y vivir para
el futuro.
Dejar ir es temer menos y amar más".